Pedro Salinas. Editorial Planeta, 224 páginas
He terminado de leer este libro, cuando ya se ha hecho el anuncio de la aparición de la segunda parte, bajo similar formato. Se trata en esencia de entrevistas que con una misma plantilla realiza el autor a conocidos periodistas del medio, (periodistas que, en palabras del autor, citando a un tercero, son una casta de locos que corren como todo el mundo cuando suena un disparo, pero en la dirección contraria), describiéndonos paralela e intercaladamente al entrevistado tanto en su labor profesional como en su valía y características personales.
Debo confesar que, pese a que el libro lo he encontrado bien escrito y ameno, el formato de una entrevista básicamente similar, por no decir igual, se agota pronto, y las respuestas, en verdad, no se distinguen tanto la una de la otra o resultan ubicables en las opciones lógicamente esperadas. En esa medida, antes de la mitad del libro, en mi lectura cobran más importancia las descripciones y apreciaciones que de cada entrevistado el autor proporciona, que las entrevistas mismas.
En esa línea de desarrollo, habiendo devenido las respuestas a las entrevistas mismas en secundarias, podríamos haber esperado una mirada más crítica o de mayor rigor, pero el autor se limita, a nuestro juicio como si se tratara de verdaderos dioses del olimpo, unos a la derecha y otros a la izquierda, unos más conservadores y otros más liberales, a corroborar la idea e imagen que ya se tiene de ellos, y señalando, en algún caso, las discrepancias que podría tener con él, o, en su defecto, su mayor o menor relación personal.
En un medio donde parece institucional aquello que ‘otorongo no come otorongo’, resulta paradójico que Salinas, por lo menos en esta primera parte de su entrega, no refiera algún juicio crítico sobre sus entrevistados, limitándose a una descripción casi admirativa, acaso para dar a sus lectores un juicio más equilibrado o para, más importante todavía, darles la oportunidad de formarse una opinión propia sobre ellos.